En los últimos tiempos, los profesionales de la Psicología hemos venido observando cómo aumenta el consumo de ansiolíticos y antidepresivos por parte de la sociedad en general, sin poder restringirnos únicamente a personas diagnosticadas de algún trastorno específico. Esto es así porque supone comodidad, tanto de aquellas personas que quieren solucionar sus problemas como de los profesionales, así mal llamados, que recetan este tipo de medicación sin acudir a un profesional de la materia, que en este caso es el psiquiatra.

 

Para las personas supone comodidad porque de esta forma adopta un papel pasivo frente a su problemática, que ya no tendrá la necesidad de enfrentarse a aquello que está en la raíz de sus emociones, al menos de momento. Debemos comprender que para solucionar un problema tenemos que ser activos y asumir nuestra parte de responsabilidad, enfrentarnos a la realidad y cambiarla. Aquí es donde AMAZONA entra en acción: actuamos como guía en el proceso de búsqueda de soluciones para aquello que pueda preocuparte.

 

Por otro lado, los profesionales de la medicina han acostumbrado a recetar ansiolíticos y antidepresivos a todo aquel que pueda llegar a su consulta con síntomas de ansiedad o depresión, respectivamente. Puede ser una práctica poco responsable por su parte, ya que hablamos de medicación altamente adictiva y en muchas ocasiones con ausencia de seguimiento de la evolución del paciente. Es necesario por tanto que nos concienciemos del problema que esto supone, ya que no se plantea la raíz del problema y éste seguirá latente.

 

Te proponemos que formes parte activa en la solución de tus dudas e inquietudes. Es cierto que la Psicología supone un proceso más lento y encarecido que el simple hecho de tomar medicación, pero es seguro que a la larga solucionará tu problema de forma mucho más eficaz y posiblemente te ayudará a la hora de tomar decisiones y de encauzar tu propia vida.

 

A continuación te presentamos las terapias más utilizadas en nuestras sesiones y cuáles son sus fundamentos teóricos:

 

 

 

TERAPIA COGNITIVO-CONDUCTUAL.

 

 

Esta terapia se centra en el aquí y ahora, tratando de buscar una solución a la problemática actual. Nos ayuda a entender qué pensamos acerca de nososotros mismos, de otras personas y del mundo que nos rodea. Se basa en la idea de que si cambiamos nuestra forma de pensar y de actuar, podremos sentirnos mejor.

 

Se ha demostrado que se trata de una terapia muy útil para tratar la ansiedad, la depresión, los trastornos de pánico, las fobias, la bulimia, los trastornos obsesivos, los trastornos de estrés postraumáticos y la esquizofrenia.

 

Nos ayuda a entender problemas complejos si los desglosamos en otros más pequeños.

 

¿Te parece si te ponemos un ejemplo? Vas por la calle y te cruzas con un conocido que, por alguna razón, no te saluda:

 

Pensamiento: "Me ha ignorado, ¡vaya borde!, no es tan simpático como creía."

Sentimiento: Rechazo y antipatía.

Reacción física: inapetencia, reducción de la energía (muchas veces no lo apreciamos).

Comportamiento: la próxima vez que le vemos no le saludamos, porque ahora tenemos otra percepción de esa persona.

 

Pensamiento alternativo: "Puede que vaya pensando en sus cosas y no me haya visto".

Sentimiento: preocupación por la otra persona, "¿estará bien?"

Reacción física: ninguna, me siento bien.

Comportamiento: la próxima vez que le vea, posiblemente se parará y le preguntará como se encuentra.

 

La misma situación, dependiendo de lo que pensemos en el momento, provocará unas consecuencias u otras. ¿Tenemos pruebas para afirmar que esa persona no ha querido saludarnos? Es importante hacernos estas preguntas, ya que influyen de forma crucial en cómo nos sentimos.

 

 

 

PSICOLOGÍA POSITIVA.